La generación de los Millennials, de los que ya hablamos en otro post, nacidos entre 1980 y 1994, están cambiado el estándar a la hora de buscar una oferta laboral.
Dejan atrás los horarios cerrados, reuniones y ropa formal, buscando modelos más flexibles que les permitan moverse a su propio ritmo, como el crowdsourcing.
Hoy en día retener el talento en las empresas es difícil y costoso, pero las empresas necesitan tener nuevas ideas que son la clave de su éxito. Por ello surgió el crowdsourcing, una tendencia en pleno auge que consiste en aprovechar las ideas y conocimientos de las personas. Se trata de hacer una invitación abierta, muchas veces a través de la web o redes sociales, para resolver un problema o proponer una idea. Los seguidores de la marca ofrecen soluciones creativas a cambio de una recompensa.
Este modelo ya ha empezado en empresas que externalizan el trabajo a terceros a través de internet. Se basa en comunidades especializadas en un tema en común, que ofrecen sus conocimientos desafiando las estructuras convencionales y dando la posibilidad de interactuar con varios clientes de forma simultánea sin necesidad de estar en la misma zona geográfica.
Definitivamente es un concepto disruptivo a la sociedad como la conocemos hoy, ya que propone nueva formas de trabajar y de hacer las cosas.